Cuida de tu salud intestinal

NUTRICIÓN CELULAR.

Cuida de tu salud intestinal como uno de los pilares básicos de tu salud general.

El intestino delgado absorbe los nutrientes necesarios para el organismo y el intestino grueso convierte en heces los desechos que quedaron de esta asimilación. Su desequilibrio afectará nada menos que a las realidades de cómo nos estamos alimentando y qué ocurre en nuestro organismo con las toxinas que naturalmente intenta eliminar.

El acné, picores y erupciones cutáneas, muchas alergias, hinchazón por malas digestiones y gases excesivos, dolor de cabeza, falta de concentración, insomnio o el cansancio agudo y continuado, por ejemplo, son síntomas que habitualmente no se asocian a la salud intestinal y pueden estar relacionados.

Una revisión del perfil bionutricional puede desvelar las soluciones a estas afecciones y sintomatologías, mediante tratamientos naturales y recomendaciones generales de hábitos.

Te puede ayudar a tu salud intestinal (recomendaciones de Nutergia):

  • Eliminar azúcares, alimentos procesados y refinados, el alcohol, los cereales como trigo y maíz y los lácteos.
  • Lavar las frutas y verduras en una mezcla de agua y vinagre de manzana eco, e intentar que sean ecológicas, reduciendo así la exposición a los pesticidas, insecticidas y productos químicos.
  • Evitar en lo posible los antibióticos, antiinflamatorios no esteroides y el consumo de medicamentos de forma innecesaria y abusiva.
  • Evitar el sedentarismo y el ejercicio físico de alta intensidad, dando preferencia a la práctica regular y controlada de ejercicio físico con una rutina personalizada.
  • Cultivar la salud psicoemocional y aleja el estrés de tu vida y ritmo tanto en el ámbito laboral como en el personal.
  • El buen dormir es un pilar básico, respeta las horas de sueño y procura despertarte con una sensación real de haber descansado.

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Los test de intolerancia alimentaria

EN NUESTRO EQUILIBRIO PUEDE ESTAR LA SOLUCIÓN

  • “Parece que no consigo adelgazar, me aparecen unas manchas en la piel, tengo habituales dolores de cabeza,…”.
  • “¡Pues hágase usted un test de intolerancia alimentaria!”.

Es claro que la mala alimentación actual y el frenético ritmo de vida son las causas más probables de que cada vez sean más las personas que sufren problemas gastrointestinales. Recordemos que son síntomas muy parecidos a los de la acumulación de índices de toxemia en nuestro organismo. Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) nada menos que el 20% de la población se siente así. En cambio, la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) sólo reconoce la intolerancia a la lactosa y al gluten mediante pruebas contrastadas, salvo que, en realidad, se trate de una alergia.

Hay que ser entonces muy prudentes con los test que proliferan de más de 500 ó 600 alimentos analizables como el de Alcant, el método Voll o incluso ahora el ADN. Éste último, por ejemplo, puede dar información sobre nuestra predisposición genética a ser más o menos obeso, a tener más probabilidad a desarrollar una diabetes,…, pero no si nos sienta mal la verdura o si un alimento nos va a aumentar de peso, con el fin de aplicar esa dieta “mágica” que siempre buscamos y miles de anuncios reclamo y comercios nos proponen. Verificar cómo nos sientan los alimentos con pruebas de eliminación y reincorporación, sigue siendo lo más fiable. En cualquier caso, es fundamental asegurarnos acudir a centros especializados y profesionales cualificados que nos garanticen la calidad y congruencia del destino de las pruebas que realizan.

Pero sin duda, tengamos siempre en cuenta, que nuestro organismo (lo que denominamos “el terreno”) suele encontrarse y responder bien, cuando cuenta con los niveles adecuados de nutrientes (ácidos grasos poli-insaturados, vitaminas, minerales y oligoelementos) y un correcto  equilibrio Ácido-Base.

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Detoxificar es clave para nuestra salud

naturalex

NUTRICIÓN CELULAR

Cada vez nuestra esperanza de vida es mayor y al mismo tiempo estamos más expuestos a la acumulación constante de altos niveles de toxemia, que crecen como consecuencia de diferentes factores endógenos, desechos metabólicos, desechos propios de la actividad celular, células muertas y dificultades y problemas de tipo psico-emocional y factores exógenos, alimentos y bebidas “no naturales” refinados, procesados y con aditivos, alimentos que a pesar de ser naturales se alteran por el proceso de transporte, almacenamiento, cocinado, etc., sustancias farmacológicas, o incluso suplementos alimentarios que no cumplen con estrictos controles de calidad y son aporte de aditivos, metales pesados y otros tóxicos; tabaco, alcohol y otras drogas; contaminantes ambientales, comerciales e industriales o aire y agua impuros.

De esta forma, ¿con qué calidad de vida estamos llegando a una mayor edad?

Con gran probabilidad, la saturación de la sangre, la linfa y las células afectará a nuestra salud, primero con síntomas de dolor, mal estar general, cansancio crónico, con cuadros de ansiedad e irritabilidad y más tarde con la aparición de enfermedades de tipo inflamatorio como dermatitis, gastritis, colitis o hepatitis.

Para evitar estas patologías, especialistas en Nutrición Celular recomiendan que nuestra alimentación sea lo más ecológica posible y practicar la detoxificación hepática y renal periódica, al menos dos veces al año, y siempre antes de comenzar cualquier tratamiento.

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