La importancia de los desechos en la alimentación

LOS DESECHOS Y SU IMPORTANCIA.

Si nos desplazamos a un entorno natural completamente alejado de la convivencia con el hombre y lo observamos, comprobamos que el paisaje se mantiene gracias al ecosistema existente en ese lugar.

En cambio, si nos ubicamos en otro entorno natural o urbano construido por el hombre, pero en cualquier caso ocupado por éste, el paisaje es víctima de un proceso de ensuciamiento, como el que se da dentro de una vivienda ocupada, que precisa de una serie de acciones de limpieza y orden para conservar no sólo su aspecto, sino la calidad del estado de sus materiales. Esta comparación podría ser válida para comprender el papel protagonista que ocupa en la actualidad la necesidad del funcionamiento óptimo de los mecanismos de detoxificación naturales de nuestro organismo, sus dificultades crecientes para cumplir con su misión y el más que probable apoyo adicional que puede precisar.

La dieta muy proteica puede dañar la mucosa intestinal y alterar la salud.

Las células humanas necesitan numerosas y complejas reacciones físicas y químicas para vivir que generan residuos necesarios de eliminar. La contribución de la alimentación moderna y la flora de putrefacción (alimentación con tendencia muy proteica), se convierten con facilidad en agresores de la mucosa intestinal, aumentando su permeabilidad, permitiendo el paso a la circulación general de moléculas alimentarias y bacterias no autorizadas, con la posibilidad de consecuencias peligrosas para la salud, variables según la estructura de las moléculas.  Si estas moléculas resultan ser péptidos antigénicos y proteínas superantígenas, pueden ser capaces de provocar un respuesta inmunitaria, con una posterior respuesta inflamatoria, y con el resultado de cualquier tipo de enfermedad autoinmune. Si se trata de otro tipo de moléculas, circulan por el organismo siendo atraídas por otras células o tejidos, con otras posibles consecuencias.

Ante esta situación, los denominados emuntorios, órganos con funciones de eliminación de residuos, intestino, hígado, pulmones, piel,…, se ven sobrepasados en sus capacidades, y las sustancias no deseables se van acumulando paulatinamente. Entre ellas, moléculas con estructuras diferentes a las del organismo. Aparecen síntomas de fatiga crónica por incremento anormal del consumo de energía y/o disminución de la producción de ésta, alteraciones en el funcionamiento celular o liberación excesiva de radicales libres.

El escenario entonces es un sufrimiento, muerte prematura o transformación de células, con consecuencias a menudo nefastas como enfermedades reumatológicas, neuropsiquiátricas, otras afecciones no malignas, leucemias o cáncer, que tanto se están incrementando entre la población.

Las patologías por ensuciamiento si no son autoinmunes necesitan tiempo para manifestarse y se instalan de forma progresiva predominando en adultos y en ancianos en fase muy avanzada. Si son autoinmunes, suele afectar a personas más jóvenes y se pueden evitar.

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